Del emprendimiento y la innovación



En el camino de la vida nos enfrentamos a una serie de tópicos que debemos cumplir, queramos o no, y uno de los que más ocupa nuestro tiempo y atención es el del dinero. 

Dicho así puede sentirse un poco rudo, pero lo cierto es que el producir ingresos económicos a lo largo de nuestra vida productiva es una actividad que nos ocupa demandantemente ya que todas nuestras necesidades materiales se solventan con recursos económicos y la de los miembros de un núcleo familiar.


Por lo que este rublo de vida nos plantea el reto de conseguir o descubrir la forma de acceder a estos ingresos permanente y constantemente, o por lo menos esa es la intención; y cuando un formato o formula nos da algún resultado también es fácil entrar en una zona de comodidad en donde tan sólo pensar en probar algo distinto se vuelve casi un tabú.


Entonces si el trabajo que poseo o la empresa que he creado funciona, ¿por qué arriesgarme?, y llega el pensamiento de que si se introduce un cambio, por pequeño que sea, se perderá todo irremediablemente; y después que esta idea invade la mente llega un estancamiento.





Hoy es indispensable pensar en el emprendimiento y la innovación; entendiendo como emprendimiento esa intención pura de llevar más lejos mi persona laboral o mi proyecto empresarial, partiendo de una idea, visión y pasión por crear o mejorar algo de valor.


Emprender se interpreta como el empezar de cero una propuesta propia, pero también puede ser la intención de un cambio que gire a un proyecto en otra dirección; básicamente es pasar de la intención o necesidad, al hecho de hacer o intentar una acción que produzca resultados, esperando que sean los idóneos.


Y qué decir de la innovación, otro aspecto que crea mucha resistencia en proyectos ya funcionales; sin embargo hoy los mercados obedecen a una condición de época en donde se evidencian grandes cambios, mercados más competitivos, clientes mejor informados, empresas en constante desarrollo que marcan el paso y develan el hecho de que la economía, así como la vida empresarial y profesional, es un ser vivo que crece y evoluciona constantemente; todo eso sin contar la relación de costo beneficio que atañe a cualquier proyecto empresarial.


Entonces no invertir recursos en el emprendimiento y la innovación es aceptar que tarde o temprano el sistema de negocios actual se volverá literalmente obsoleto, quedando claro que el estancamiento es exactamente una lenta muerte financiera. 


Debemos reflexionar sobre estos aspectos que pueden ser y hacer la diferencia entre poseer o construir una mina de oro o labrar en tierra totalmente infértil. Debemos cuestionar:

  • ¿La manera en que se maneja actualmente el negocio permitirá mantenerse en el mercado en la próxima década?
  • ¿El negocio puede diferenciarse de la competencia?
  • ¿Cuentan la organización y productos con elementos que los hacen únicos en el mercado y la industria?
  • Sí no se ha innovado, ¿Será que la competencia lo hará?



En nuestros días el utilizar herramientas tecnológicas comunicacionales (tic´s) con un sentido propio y evolutivo es una respuesta pronta, practica y efectiva, especialmente los formatos audiovisuales que generan algo impacto y fuerte persuasión, sumamente útiles  para enfrentar esta era que se define como revolucionaria.


Los cambios son inminentes, dinámicas más retadoras que nos imponen una carrera contra el tiempo, y aun más importante, contra nosotros mismos para aprovechar las oportunidades importantes que se brindan a los innovadores y emprendedores que aceptan el reto de seguir los cambios del mundo y sobrevivir a la ola revolucionaria, y no quedar atrapados en ella y convertirse en maquinarias obsoletas, indiferentemente de lo majestuosas que hayan sido en el pasado.


No tenemos que ser dinosaurios, especímenes magnánimos que hoy están extintos; evolucionar es el camino de la superación.



 E marketing Vioniko

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