En nuestra búsqueda del desarrollo personal es
común encontrar conceptos que se definen como claves del éxito, aunque la
mayoría pueden ser de mucha utilidad, muchos de estos también pueden rayar en
algo fantástico o bastante complejo o enredado.
En otros casos las “claves” del éxito pueden ser
muy específicas para alguna actividad en concreto que suponen iniciar regímenes
de vida que no siempre son para nosotros; otros pueden ser muy genéricos que
aun aplicándolos no tienen una comprobación de su efectividad y los resultados
pueden ser decepcionantes.
Lo cierto es que a pesar de no existir formulas específicas
para el éxito, si existen conductas, actividades y patrones de pensamientos que
nos acercan constantemente a nuestros
objetivos y metas que nos planteamos tomo del tiempo.
Ahora hablamos de una de las más significativas
que es utilizada en tópicos y metas de vida complejos y difíciles de alcanzar e
incluso países, a lo largo de la historia, has superado dramáticas crisis y hoy
son potencias gracias a implementar esto en sus propias culturas. Nos referimos
a la disciplina.
¿Qué es la disciplina?, si buscamos definiciones
de esta palabra encontraremos muchas que referirán a diferentes conceptos y
formas de aplicación, sin embargo, la premisa más común es: “un conjunto de normas y reglas a seguir
constantemente para lograr un objetivo”.
Y en esencia eso es.
La disciplina es una estructura de pensamiento y
acción que nos permite alcanzar metas en prácticamente todos los ámbitos de nuestras
vidas, ya sea de forma colectiva o individual y el primer recurso que
necesitamos para formar o construir esa realidad que desafeamos o
necesitamos. Todos aquellos que han
logrado sorprenden e incluso cambiar al mundo, desde artistas hasta
presidentes, han sido devotos de este tópico y en muchos casos también son
mentores y promotores de la misma.
Para entender mejor este recurso de vida veamos cómo
se compone; básicamente está contenido en 3 aspectos esenciales y requeridos
para darle sentido y eficiencia a su aplicación, estos son: organización, orden
y compromiso. Ahora hablemos de ellos.
La organización: refiere, dicho en otras palabras,
a utilizar cada cosa en lo que corresponde; es decir, organizar es asignar
espacios específicos para ubicar objetos o herramientas exclusivos para ello;
también es utilizar las herramientas adecuadas para cada tarea para las cuales
fueron diseñadas, y podemos agregar el manejo de tiempo asignando por medio de horarios
y lapsos acordes a las diferentes actividades relacionadas con nuestro objetivo
mayor, incluyendo todos los procesos necesarias para lograr nuestra meta.
El orden: trata de realizar un cronográma
logístico, es decir, desarrolla un sistema programado de actividades y tiempos
que tengan un sentido para su
aplicación y arrojo de resultados. Aplicar orden o ser ordenados implica el
manejo de prioridades y la aplicación de los procesos correctos, en forma
correcta para evitar fallas en el sistema y el desarrollo del mismo, es como
decir que no podemos desayunarnos el almuerzo, todo bebe tener su orden y este
su sentido de ser.
El compromiso: esto es conservar tus metas aun
cuando a el plan no esté funcionando. En muchas oportunidades las cosas no
suelen ir como se esperaba, de hecho esto pasa más a menudo de lo que quisiéramos,
y es en esos momentos en donde muchos flaquean e incluso renuncian; esto es lo
que pasa cuando no hay compromiso en sus ideales y las metas se pierden;
entonces el compromiso lo podemos definir como: “Conservar las mismas energías, intenciones y motivaciones para nuestras
metas a pesar de los obstáculos que puedan presentarse” esto a su vez es lo
que se conoce como tener carácter.
Interesante la coincidencia, ¿no les parece?
Podemos concluir que la disciplina es fundamentas
para el logro de cualquier meta que nos propongamos: aprender un nuevo idioma,
bajar de peso, emprender nuestra independencia financiera etc. Y que es un patrón
de conducta que se debe de aplicar todos los días y de hecho hasta la podemos
ver como un estilo de vida “vivir en la excelencia”. No cabe duda que alcanzar
una meta es un esfuerzo y aplicación constante de recursos que seguramente
traerá grandes recompensas a nuestras vidas.
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